Si no duele, no sirve. Esa es la premisa bajo la que muchos aficionados al gimnasio practican sus actividades. Se refieren a un dolor peculiar en los músculos que todos relacionamos con ejercitar. El dolor, conocido como DOMS (dolor muscular de inicio retardado), es producto del esfuerzo que hacen los músculos al entrenar. Esto, según afirmaciones de un estudio publicado por The George Institute for Global Health Sydney, en Australia. Resuelvelo y continúa tus actividades, ya que casi siempre lo tienes luego de ir a entrenar en las primeras semanas.
Ocurre porque los músculos se contraen al hacer ejercicio, por lo que horas o al día siguiente, duele el cuerpo. También puede causar una sensación de rigidez y desgano.
¿Cómo lidiar con el dolor muscular luego del gimnasio?
Aunque es inevitable sufrirlo, hay cosas que puedes hacer para controlarlo y no salir del todo golpeado por un bate.
1.- Tomar paracetamol o aspirina
Son analgésicos potentes que debes tomarte justo antes de irte a dormir para despertar sin dolor.
2.- Té de jengibre
Es un tubérculo caracterizado por ser un desinflamatorio natural, así que reduce la contractura muscular y alivia estas afecciones. Los expertos también lo recomiendan para ayudar contra los problemas en las articulaciones.
3.- Aplicar terapia frío- calor
Esta terapia desinflama y reduce la molestia. Aplica primero frío, con una bolsa de tela o plástica y un poco de hielo. Manten por 10 minutos. Luego aplica una toalla con agua caliente por otros 10 minutos en la zona afectada.
4.- Hacer ejercicio
Es lo último que deseas, posiblemente, pero aunque no lo creas, en este momento puede ayudarte a reducir la molestia post ejercicio.
Tu musculatura debe activarse y se acostumbrarán al ejercicio. Al hacer del ejercicio un hábito, se desvanecerá progresivamente.
¿Cuándo comunicarse con el médico?
- La molestia en los músculos dura más de una semana.
- Es insoportable e impide las actividades diarias
- Empeora con el ejercicio.
- Causa mareos o dificultad para respirar.
- Hay enrojecimiento, inflamación o calor en los músculos afectados.
¡Si no duele, no funciona!