Tener hijos te hace incluso más feliz cuando se mudan de casa. Al crecer, aumentan el bienestar y la salud mental de las personas mayores. Este es el descubrimiento de un equipo de la Universidad de Heidelberg, en Alemania. Asegura que los padres son más felices que quienes no son padres en la vejez. Pero solo ocurre si sus hijos abandonaron el nido.
Los hijos como apoyo emocional
Se encargaron de preguntar a 55.000 personas de 50 años y más de distintos países europeos sobre su bienestar mental. Aseguran que “los aspectos positivos de la paternidad dominan al envejecer”. Ocurre porque los hijos se convierten en una forma de apoyo social. Esas redes de apoyo social se asocian a una mayor felicidad y menos soledad, actuando como amortiguador a situaciones estresantes de la vida.
“Los resultados sugieren que el hallazgo de un vínculo negativo entre los hijos y el bienestar y la salud mental puede no generalizarse a las personas mayores cuyos hijos a menudo ya se han ido de casa”, asegura el estudio. “A medida que disminuye el estrés asociado con el equilibrio de las demandas competitivas de cuidado infantil, trabajo y vida personal, una vez que las personas crecen y sus hijos se van (a casa), la importancia de los hijos como cuidadores y contactos sociales podría prevalecer”.
Pero, quienes tienen hijos que aún viven en casa no sufren ese placer.
Comunidad científica dividida al respecto
Otro estudio de la Universidad de Princeton y la Universidad de Stony Brook, asegura que hay “muy poca diferencia” entre los padres y las personas sin hijos, en cuanto al tema de la salud mental.
Hay otra investigación realizada por la Open University de Inglaterra, donde los resultados son que parejas sin hijos eran más felices con sus relaciones y viviendo en pareja, que quienes son padres.
¿Cómo crees que te sentirías más feliz?
