Mientras el niño crece los padres son directamente responsables del bebé. No solo de alimentarlo y darle de amor, sino de consolarlo cuando llora y guiarlo. Para calmarlo, solemos intentar calmarlo cogiéndolo en brazos mientras caminamos. Arrullarlo es algo que suele funcionar. Pero ¿Por qué ocurre? Es un acto sencillo, pero efectivo y la ciencia responde tu pregunta.
Un estudio publicado en la revista Current Biology se encargó de responderte por qué los niños se calman al tomarlos en brazos. La acción que hacemos por instinto les ayuda a reducir el ritmo cardiaco. Cuando la madre o padre se pone de pie se coordinan las regulaciones centrales, motoras y cardíacas, que ayudan en las interacciones entre el adulto y niño. Por lo que esta acción es más efectiva que solo arrullarlo en su cuna.
¿Cómo calmar a un niño que llora?
Debes preguntarte por qué está llorando. “Llorar es una expresión de incomodidad durante todo su primer año de vida, cuando aún no dispone de palabras para comunicarse”, dice psicóloga infantil Coks Feenstra en su libro ¿Por qué llora mi bebé? Hay tres motivos por los que puede llorar: hambre, dolor, enfermedad.
Para apasiguarlo, hay que mecerlo suavemente y arrullarlo, envolviéndolo en toquillas suaves y calientes. Hay que fomentar en el niño una sensación de protección y contención, como si estuviera en el vientre de su madre.
También se puede pasear en brazos. “Un paseo es siempre recomendable”, según la psicóloga infantil. Además, la luz del sol, ayuda a sintetizar la vitamina D, importante para que el sistema digestivo absorba el calcio.
Otra técnica es hacerle oír sonidos monótonos, como la radio o la TV. De esa manera, le recordará a su vida intrauterina, con el correr de la sangre, el gorgoteo del estómago. Así se relajará.
¿Cómo calmas a tu hijo?
