Vértigo y mareo son dos afecciones distintas que tienden a confundirse. Por eso, hay que marcar las diferencias importantes para dar un correcto diagnóstico y tratamiento del paciente. Aquí te explicamos las características de cada uno, para que logres describirlo correctamente al médico.
Trastornos del equilibrio
El National Institute on Deafness and Other Communication Disorders define los trastornos de equilibrio como una afección que provoca que una persona sienta que se tambalea o marea. Hay un desequilibrio, que sería la incapacidad de mantener un centro de gravedad.
Los síntomas producto de estos trastornos son similares. El vértigo es la sensación de que todo lo que tenemos alrededor gira o se mueve. Mientras que el mareo es la sensación de inestabilidad y desequilibrio.
Diferencias entre ambas condiciones
El vértigo se produce en el aparato vestibular, donde se detecta el desplazamiento, giro o aceleración. En cambio, el mareo se produce cuando hay vértigo o sin él. Si se asocian, el problema es a nivel de oído interno. Otras causas pueden ser la enfermedad de Ménière y la migraña vestibular. Medicamentos también pueden causarlo, como las benzodiacepinas, el alcohol y la marihuana.
Los trastornos del equilibrio pueden presentar náuseas y vómitos. Aunque, hay ciertos síntomas que pueden diferenciarlos. Quienes lo sufren pueden sufrir nistagmo, un movimiento rítmico e involuntario en los ojos.
Las probabilidades de sufrir mareos aumentan con la edad. Alrededor del 6 % de las consultas al médico son por esta causa. Para tratarlo lo ideal es identificar a causa y tratar el problema. Si es un fármaco o sustancia, lo mejor es evitar ingerirlo o buscar medicamentos alternativos.
En cuanto al vértigo, hay tipos que se tratan de manera distinta. La enfermedad de Ménière se trata con benzodiazepinas. Lo recomendable es, siempre, tomar un descanso cuando alguno de los dos problemas se presente.
¿Cuál sufres?
