Julie McDowall tiene un extraño don: La sinestesia. Se trata de una capacidad que tiene un grupo reducido de humanos. Permite unir dos imágenes o sensaciones procedentes de diferentes sentidos. Esta mujer puede saborear sonidos. Asocia sabores a los nombres propios y eso causó furor en Twitter. Puso su capacidad a disposición de otros: "Tengo sinestesia, lo que significa que puedo saborear palabras. Pregúntame a qué sabe tu nombre".
La respuesta que obtuvo fue avasallante. Más de 6 millones de actividades generaron el tuit en las primeras 24 horas. Dice que es feliz de responder cada mensaje. Lo practica junto a su hermana, quien también tiene sinestesia, pero ve personalidades y sexos agregados a números y letras. "Desde niña se enfadaba mucho porque nadie entendía que en su clase el siete fantaseaba con el cuatro y que el nueve es un buen tipo", explica en la red social.
Dice que tuvo que irse a dormir a las 2:30 de la mañana: "No puedo dejar de saborearlos a todos; son encantadores. (Excepto los Edwards y los Donalds. Argh. Edward me hace sentir que estoy removiendo el cabello de un hombrecillo con caspa, y Donald es un pato de goma empapado en vinagre)".
El misterio detrás de la sinestesia
Aproximadamente un 1% de la población es sinestésica. Algunos científicos aseguran que todos somos sinestésicos al nacer, pero que al desarrollarse el cerebro la información sensorial se separa. El neurocientífico David Eagleman cree seguimos siendo sinestésicos en cierto grado, pero no lo sabemos.
Lutz Jaenke, profesor de la Universidad de Zurich, analizó el cerebro de un sinestésico. Concluyó que tienen una serie de conexiones cerebrales específicas. Distintas a lo habitual. Lo que quiere decir que es posible que el cerebro de los sinestésicos se desarrolle de forma diferente.
La sinestesia es un don natural digno de admirar ¿No crees?