La crisis que provocó el coronavirus a nivel mundial dejó profundas huellas en la historia de la humanidad. No todas son necesariamente negativas, sino que hay impactos curiosos de estudiar. Todo, principalmente, debido a la baja actividad de los humanos en el planeta. Hay un efecto impresionante y es que los movimientos sísmicos del planeta bajaron.
La actividad humana impacta en el planeta
Un equipo de sismólos del centro Royal Observatory, en Bruselas, Bélgica, observaron un notable descenso de los movimientos sísmicos. Se trata de un tercio respecto al nivel de ‘ruido sísmico’ de las fechas actuales.
El ruido sísmico son las vibraciones de la corteza terrestre. Explican que la actividad interna de la Tierra provoca que la corteza se mueva, causando una serie de zumbidos que los sismólogos son capaces de leer. No es solo esto, sino también la actividad humana, como el uso de vehículos o maquinaria industrial. Por ello, los investigadores concluyen que, al bajar la actividad humana, también descendieron los niveles de ruido sísmico.
Thomas Lecocq, sismólogo del Royal Observatory de Bélgica, asegura que un descenso parecido solo se puede comparar con el periodo corto cercano a la Navidad. Lo que es aún más curioso, es que el descenso de observó a partir del 14 de marzo, la fecha en la que se comenzaron a aplicar en Bélgica las medidas de contención en contra del coronavirus.
Las mejoras parecen ir en aumento
También se observó una notable mejora en la sensibilidad del equipo del observatorio, ya que ahora se pueden percibir ondas en el mismo rango de alta frecuencia que el del ruido sísmico. Por lo tanto, pueden captar pequeños terremotos y explosiones de canteras, que antes no se podían prever.
Esto solo se aprecia desde Bélgica. Pero, Celeste Labedz, graduada en geofísica en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena, asegura desde el otro lado del mundo, en Los Ángeles, que se detectó un bajada similar en el ruido: "La caída es realmente salvaje".
¡El mundo está sanando!